Levantada en un islote frente al puerto de Arrecife, esta fortaleza fue durante siglos un puesto avanzado que defendió la costa de las correrías de los piratas.
Fue construido cuando Felipe II y su imperio se encontraban en el ápice de la gloria y la riqueza, en 1574. Sus cañones defendieron la costa de los ataques de las naves corsarias, obligándolas a volver mar adentro hasta la llegada del pirata Morato Arráez en 1586. Sus ataques redujeron la edificación a cenizas. Fue en 1596 cuando el arquitecto italiano Leonardo Torriani lo reconstruyó, con modificaciones en su interior y en su aspecto externo, ordenando asimismo la construcción de un puente levadizo para unir la ciudad con el islote donde se encuentra la fortaleza.
A este puente entre ciudad e islote se le conoce como Puente de las Bolas, por las grandes esferas de granito instaladas sobre los robustos pilares que lo flaquean. Posee un puente levadizo y es la única construcción de estas características que se conserva en Canarias.
El Puente de las Bolas constituye junto al Castillo de San Gabriel un conjunto de belleza artística indiscutible. Es uno de los monumentos histórico-artístico más emblemático e importante de la capital.
En 1972 se le da utilidad como Museo Arqueológico tras la venta efectuada por el Ejército Militar al Ayuntamiento de Arrecife.
Fuente: Ayuntamiento de Arrecife
Foto: Ayuntamiento de Arrecife (www.arrecife.es)
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